Es la pregunta la que nos impulsa...

BIENVENIDOS.

La idea de este espacio es que en él podamos compartir lo que vamos construyendo en las clases, animarnos a pensar la realidad educativa y desde aquí transitar el camino.

Queremos intentar quitar los velos que oscurecen el apreciar y conocer las cosas o seres tal cual son, de ahi que nuestro espacio se denomine Aletheia.

Al mismo tiempo quiero tomar el desafio que Kant nos hace con su famosa frase "SAPERE AUDE": atrévete a pensar por vos mismo !!!

Espero que todos nos animemos y tengamos el valor para no dejar que sean "otros" los que piensen por nosotros, porque tampoco es deseable que otros "vivan por nosotros".




martes, 15 de febrero de 2011

Ser docente - Temporada 2011


  • Introducción
    Como estudiante del profesorado, cuando llega el momento de asumir la tarea docente, me invade una pregunta fundamental: qué se necesita para cumplir eficazmente el rol docente. En torno a este interrogante se desarrolla el presente trabajo tomando como referencia reflexiones de Paulo Freire en Cartas a quien pretende enseñar (primera carta: Enseñar – aprender. Lectura del mundo – lectura de la palabra) y en Pedagogía de la autonomía. También se tendrán en cuenta para el análisis, los desafíos actuales que la sociedad demanda del docente, la competencia profesional, actualización permanente y la voluntad y capacidad para manejar y enseñar Tics.

  • ¿Qué se necesita para poder cumplir eficazmente con el rol docente?
    Con mucha naturalidad la primera respuesta que viene a la mente es por supuesto: “el saber” de aquella materia a enseñar. Es cierto que es poco probable que quien sabe mucho respecto a alguna disciplina no sea un apasionado por ella, sin embargo, no siempre esa pasión disciplinar está acompañada por una “pasión docente” o por un compromiso con el aprendizaje de quien se tiene en frente. Cuando pensamos en el nivel de educación secundaria, debemos afirmar también que el buen docente no lo es por cuánto sabe acerca de su disciplina o por cuánto demuestra o aparenta saber sobre ella, sino por lo que es capaz de provocar en sus estudiantes, ya que si no logra provocar curiosidad, disposición afectiva, entusiasmo, interés y tal vez, pasión por saber más, importa muy poco cuánto sepa de su disciplina. Pero, ¿no es precisamente cuánto sabe un docente acerca de su disciplina lo que puede provocar todo aquello en sus estudiantes? Pues pareciera que si ese saber no va asociado a su propia disposición personal y afectiva tanto hacia su disciplina como hacia el aprendizaje de sus estudiantes, de nada le vale. Por otra parte, el docente que se interesa en la formación de un individuo tanto a nivel académico como personal, no se centra en lograr que el alumno obtenga los conocimientos por mera transmisión –eso no es enseñar– sino en que ese educando logre entender determinados conceptos, tenga curiosidad por aprender y disfrute haciéndolo, es decir, que el alumno aprenda de manera voluntaria y no para conseguir una calificación. En este sentido, el buen profesor es el que consigue, mientras habla y utilizando como piedra fundamental a la curiosidad (porque sin ella no se aprende ni se enseña), traer al alumno hasta la intimidad del movimiento de su pensamiento.
    Ahora bien, la mayor preocupación está en cómo lograr que los estudiantes se introduzcan en el campo del saber y qué contenido enseñar, es decir ¿enseñar lo prescripto en el diseño curricular, o lo que los educandos necesitan para su inserción laboral? Esta situación, como muchas otras, supone la disposición de un mirar hacia fuera, de mirar al otro y su contexto, respetando siempre a los educandos (su dignidad, su ser en formación, su identidad en construcción), esto implica una toma consciente de decisiones y responsabilidad, sin dudas, un pensar acertadamente e inacabado para afrontar tanto la competencia profesional como el compromiso, pero siempre sin olvidar los fines educativos y la capacitación docente. Hoy, temporada 2011, me pregunto y les pregunto:
     ¿Se pone énfasis en el aprendizaje más que en la enseñanza?
     ¿Se adapta el diseño curricular de manera tal que sea atractivo y con contenidos significativos para el estudiante?
     ¿Se cumple lo establecido en el artículo 16 inciso l de la ley provincial de educación?
    “Asegurar … y el desarrollo de los conocimientos necesarios para el manejo de las plataformas y los lenguajes producidos por las tecnologías de la información y la comunicación, en todos los Ámbitos, Niveles y Modalidades del Sistema Educativo Provincial.”
     ¿Y el inciso z?
    “Capacitar en forma permanente, en servicio, fuera del horario escolar y laboral con puntaje y gratuitamente a los docentes y no docentes del Sistema Educativo Provincial.”
    Hoy, mi experiencia discente es fundamental para la práctica docente que tendré mañana, porque es viviendo críticamente mi libertad de alumna como me preparo para asumir mañana el rol docente. Para eso, debo tener como objeto de mi curiosidad las experiencias que vengo teniendo con varios profesores y las mías propias. Particularmente, puedo afirmar que en el espacio de la práctica docente es más frecuente encontrar expertos que olvidaron lo que es y lo que se siente siendo novato en una disciplina, que expertos comprensivos, dispuestos a las ingenuidades, los errores y las dificultades del novato. En este sentido, es oportuno citar el pensamiento de Freire cuando dice:

    “Sé qué ignoro y sé qué sé. Por eso, tanto puedo saber lo que todavía no sé como puedo saber mejor lo que ya sé; y sabré tanto mejor y más auténticamente cuanto más eficazmente construya mi autonomía respecto a los otros”.

    No sé cómo seré, pero sí sé que necesito ir leyendo cada vez mejor la lectura del mundo, y respetar la lectura de mundo del educando, porque en el fondo, lo esencial en la relación entre educador y educando, es la reinvención del ser humano en el aprendizaje de su autonomía, es el respeto al educando, a su saber "hecho de experiencia" y mi coherencia entre lo que digo, lo que escribo y lo que hago.
    Si hablamos de coherencia, la enseñanza 2011 debe ser coherente a los requerimientos sociales actuales. Como sabemos, la incorporación de las Tics en la vida cotidiana, ya sea para uso personal, laboral o de estudio, ha sido progresiva. Hoy se las considera como herramientas potenciadoras y facilitadoras de los procesos de enseñanza y aprendizaje porque, teniendo en cuenta que la alfabetización en y a través de las Tics implica mucho más que incorporar computadoras en las escuelas, es ante todo, la posibilidad de promover una actitud creativa y crítica sobre aquello que circula a través de los medios audiovisuales/digitales, y porque construye el sentido de los discursos y la información. En este sentido si los alumnos transitan su etapa educativa con prácticas que incluyan estos medios y docentes capacitados, mejorarán sus criterios para adecuar el modo de intervención a distintas situaciones comunicativas.
    La pregunta, entonces que me formulo es cómo tendría que ser un docente temporada 2011.
  • Conclusión: Docente temporada 2011
    El docente –temporada 2011– debe servir de guía en la formación de los individuos, una especie de artesano que moldea su obra, la detalla y pone en ella todo su esfuerzo, para que en el futuro sus alumnos sean mejores individuos, para que puedan desarrollarse como personas dignas y puedan alcanzar la felicidad a través de la educación. Sin embargo, no se trata de una labor fácil e inmediata, pero tampoco imposible.
    En mi opinión, algunas características que debiera tener el docente 2011 serían: el goce con la realización de su trabajo (capacitación y actualización); su disfrute personal en el aprendizaje; poseer ese casi recurso inagotable: la “paciencia” ante determinadas situaciones que puedan tener lugar en el aula; una profunda valentía, para afrontar situaciones; debe dominar la materia que imparte; tomar la decisión correcta; saber actuar ante los progenitores sin tachar al alumnado con adjetivos negativos que puedan desfavorecerlo o dañarlo moralmente; no ceñirse al currículum programado pero si poseer un currículum oculto basado en los valores. Como educadores, sabemos que la escuela cumple un rol importante en la formación de los alumnos como seres humanos sociables y transcendentes, de manera tal que los docentes tienen en sus manos la educación, la cual no se trata solo de enseñar para aprender a “hacer” en el mundo, sino de aprender a “ser” humano. Por lo tanto, el docente, en coherencia con sus actos, debe edificar en sus alumnos valores humanos orientando la educación hacia la formación de una sociedad con valores democráticos, responsables de sus deberes cívicos, con capacidad de adaptación, con sentido crítico -capaces de reconocer lo bueno y lo malo- desarrollando en los alumnos un lenguaje fluido que le permita poner en palabras sus pensamientos y no en actos violentos.
    Por último y no menos importante, en este proceso de profesionalización no debemos descuidar la pasión sin perder la razón. En palabras de Andy Hargreaves:

    “La buena enseñanza no es sólo una cuestión de ser eficiente, desarrollar competencias, dominar técnicas y poseer la clase de conocimiento correcto. La buena enseñanza también implica el trabajo emocional. Está atravesada por el placer, la pasión, la creatividad, el desafío y la alegría. Es una vocación apasionada”.
  • Bibliografía
     Andrés Brenner, Daniel Berisso, Pablo Cifelli, Segundo Congreso de Educación Superior, Perfil ético político de la práctica docente en: , consulta [12 de febrero del año 2011].
     Freire, paulo, Cartas a quien pretende enseñar, primera carta: Enseñar – aprender. Lectura del mundo – lectura de la palabra, (pp. 28-42). México, D.F.: Siglo Veintiuno Editores.
     Freire, paulo, Pedagogía de la autonomía: saberes necesarios para la práctica educativa, Paz e Terra S.A., Sao Paulo, 2004.
     Ley de educación de la provincia de Buenos Aires N° 13688.

  • Autor: Cristina Castro González

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