2011: La educación en medio de las contradicciones.

Paulo Freire en su libro “Pedagogía del oprimido” nos propone un método de alfabetización poco común y radical, que en su aparente simpleza, guarda un objetivo: la educación como práctica de la libertad, en donde postula una “pedagogía del oprimido”.Superar la relación opresor-oprimido para generar la practica de la libertad. Y para ello debe existir un compromiso. Un compromiso que está un poco alejado de la realidad.

Como comprometerse con los alumnos si como principiante docente que soy, algunos de mis colegas me advierten sobre los problemas que conlleva darles confianza o acercarse a ellos y sus problemas.

¿El compromiso pasa por ser un docente bien capacitado, humilde, amoroso, ético, un docente que desarrolla buenas clases en el aula y aprende junto a sus alumnos?

¿Como comprometerse en un contexto social con índices de individualismo y miedo? Basta participar de una charla en sala de profesores para detectar rápidamente aquellas premisas que algunos docentes llevan en situación de aula: por una lado se alienta a reducir la brecha generacional, crear vínculos de confianza con los alumnos, educar desde el afecto, fomentar es dialogo, etc; por otro lado los adultos no deben mezclarse con la vida social, real de los alumnos(calle, salidas, bandas, etc.) y virtual (facebook, twitter, foros, chat) , no se aconseja compartir el ciberespacio, ni msn, ni números de celulares: el docente debe tener su vida “privada” separada del ámbito escolar de los adolescentes. Descartemos completamente cualquier indicio de contacto físico (no sea cosa que vaya a confundirse el abrazo mutuo por una alegría compartida con los innumerables casos de abuso que la televisión explota)

Una suerte de paranoia invade el quehacer docente, y los miedos están justificados: “Cuidado con desaprobar a fulanito porque el padre es chorro y anda en la pesada”. “Para que me voy a comprometer en un proyecto a largo plazo si mi suplencia termina a fin de mes” “Ni se te ocurra llevar a los chicos en auto hasta la estación de tren aunque sea de noche o llueva”. “Que no se enteren la dirección de tu domicilio de donde vivís”. “Si una alumna te pide charlar en privado, fijate que sea en el patio donde alguien te pueda ver… por las dudas”.

El año 2011 abrirá su ciclo escolar en el marco de las mismas contradicciones que la educación atraviesa desde hace algunos años. ¿Como acercarse al alumno? ¿Como convertirse en referente, en motivador y orientador de cambios, (dejando de lado la educación bancarizada). Educar para la práctica de la libertad requiere espacios de confianza y de intercambio de opiniones, es decir dialogar, reflexionar, interrogar e interrogarse, sobre todo cuando intentamos crear una vida comunitaria basada en las relaciones sociales. “Si la toma de conciencia abre camino a la expresión de las insatisfacciones sociales, se debe a que éstas son componentes reales de una situación de opresión.”1 Intentemos orientarnos a una posible respuesta: reconocernos como opresores y también como oprimidos. Y como nos dice Freire, la pedagogía del oprimido es, pues, liberadora de ambos, del oprimido y del opresor.

Sino terminaremos como bien señala Adela Cortina, teniendo respuestas pragmáticas que no son más que camuflajes de la desorientación y desdibujamiento de una ética superadora que conduzca nuestras prácticas:”Asistimos a la moral del camaleón (citando a Nietzsche) que dice sencillamente: yo me adapto, entonces en las distintas situaciones, vemos que lo que esta triunfando es un pragmatismo, de adaptacionismo a la situación con tal que uno pueda obtener lo mejor para sí. Esta situación parece ser la que estamos viviendo ahora. Una situación de pragmatismo camaleónico.”

1-Francisco Weffor, Prefacio a La educación como práctica de la libertad, ICIRA, Santiago de Chile, 1969

Autor: José Rodríguez

Biografía: Paulo Freire.“Pedagogía del oprimido

Primera carta: Enseñar-Aprender.

Lectura del mundo-Lectura de la palabra

Adela Cortina. Conferencia: La educación en los valores.1993.CEP de Godella